Estos son los imprescindibles que tienen que ir en tu bolsa cuando vas al parque
Con la primavera ejerciendo, por fin, como tal, los parques infantiles se llenan de madres, padres, niños y sillas de paseo. El buen tiempo y el cambio de hora del mes pasado ya se notan y las jornadas de juegos se alargan hasta el agotamiento de los padres y los niños. Ante esa perspectiva, la planificación milimétrica de la bolsa que llevamos al parque es nuestra mejor aliada.
Como es normal, no tiene nada que ver la bolsa que preparas para un bebé que para un niño de 3 años, y tampoco llevas lo mismo cuando tienes más de uno con ganas de parque. Por eso cada caso es un mundo, aunque seguramente esta lista de imprescindibles podríamos considerarla como básica. Seguro que puedes llevar más cosas (y lo harás), pero no salgas sin esto.
Para el bebé, ir al parque es toda una experiencia sensorial y se lo pasa en grande, sobre todo cuando podemos disfrutar del césped y las flores. Si gatea o ya intenta caminar lo vivirá como una aventura mientras nosotros correteamos de aquí para allá tratando de controlarlo todo.
Una buena idea para incluir en la bolsa del parque es una mantita de picnic lavable, lo suficientemente grande como para que el peque disfrute de los juguetes (que nunca pueden faltar), se tome la merienda o eche una siestecita reparadora con comodidad. Hay muchos modelos, pero lo más práctico es optar por la que mejor lleve el trote, lavable y resistente a los líquidos, y sobre todo súper plegable.
Hay que protegerse del sol, así que no salgas sin una crema con un factor de protección muy alto, un gorro y, por qué no, una sombrilla para la silla, o mejor aun, una muselina para darle sombra si se quiere dormir en el carrito, o arroparlo si decide cerrar los ojos en la mantita de picnic.
Ahora vamos con el apartado meriendas. Dependerá mucho de la edad del bebé (si es un bebé, bebé, o ya no tan bebé) y de qué pueda o no pueda tomar, pero el agua es imprescindible para que se mantengan hidratados. Algo de fruta o yogur completará una merienda o refrigerio entre juego y juego. Para llevarlo todo bien protegido del sol, contar con una bolsa termo (en Tutete tienen bolsas muy prácticas y bonitas, por ejemplo) será genial para mantener todo fresco. Si se toma un bibe, entonces necesitarás un termo que mantenga bien caliente la temperatura hasta el momento en que aparezca el hambre.
Otro imprescindible para la bolsa del parque es el apartado cambiapañales, es decir, un cambiador portátil, pañales, toallitas, cremas y gasas para lidiar con cualquier accidente. Y, por supuesto, una o dos bolsas de plástico para guardar los pañales usados y la ropa si se mancha. Por descontado, salir sin una muda completa es tentar a la suerte.
Y no olvides algo importante: un pequeño botiquín con lo más básico para curarlo todo: un stick de árnica, por ejemplo, Arnidol para los golpes, cristalmina para que nada se infecte y las impagables tiritas con dibujitos, que sirven para curar heridas y golpes de todo tipo, sobre todo si el dibujo es de la preferencia del afectado. Los besos los llevamos ya de serie, no hace falta que los incluyas en la bolsa.
Parece una lista interminable, como si nos dispusiéramos a salir de viaje, y así es. El primer impulso que solemos tener es llevar “de todo por si acaso”, pero con el tiempo empezamos a filtrar, a descartar cosas que no usaremos tanto, y a quedarnos con lo verdaderamente imprescindible. Incluso en el tema de juguetes terminaremos llevando uno o dos, máximo, y muy probablemente serán juguetes para la arena. Podrá ser más o menos cuqui, eso sí, pero el principal consejo que nos atrevemos a dar es que sea todo práctico, resistente y que funcione. Y por el peso, no te preocupes: cuélgalo todo de las asas de la silla de paseo y deja que Ponny se encargue de soportarlo todo.